En este texto, en cierto sentido, autobiográfico, Eva Hoffmann (Cracovia, 1945), nos narra la historia de Ewa, un joven judía y polaca que, al igual que nuestra autora, emigra a los Estados Unidos. En la presente novela está actuando de fondo no solo la elegancia de la prosa de esta reconocida autora, sino también la búsqueda de la identidad y del sentido de una Ewa que tiene que convertirse en Eva, y la cuestión de cómo podemos mantenernos fieles a eso que llamamos nosotras.
Habiendo muchísimos paralelismos entre la vida de Hoffman y Ewa, no es de extrañar que la novela esté cargada de toda la sensibilidad dotada por la experiencia de la autora. Los temas que van a ser tocados no se quedan ahí, se puede hacer una suerte de mapa de la cultura estadounidense y de los roles que cada individuo juega en la misma; la diferencia lingüística y como esta configura en gran medida las subjetividades… En definitiva, tenemos una obra tan íntima como recomendable.